martes, 7 de febrero de 2012

Probando con mi Nueva Tutora

Tenía dificultades en la universidad en ciertas materias q suelen dificultarles la existencia a las mas brutas y yo era una de ellas pues no hacía nada mas q pensar en el sexo por lo q tome la decisión de contratar a una profesora particular para q me reforzara en estas asignaturas.
La verdad es q había tenido una decepción amorosa con un chaval de la misma universidad q está muy guapo que sin que nada me hiciese presumir, me había dejado por otra ya q con esta misma habíamos en ocasiones anteriores hecho varias orgías.

Me recomendaron una persona muy buena en la materia, Daniela. Tuve muy buenas referencias por conocidos, a quienes Ella había enseñado en ocasiones anteriores del 100% de sus alumnos el 95% aprobó las materias.

Cuando la conocí quedé impactada. Tenía alrededor de 40 años. Alta, delgada de un cuerpo casi perfecto y un rostro agraciado de facciones delicadas. Sus ojos pardos, enmarcados por anteojos, sugerían en su mirada, inteligencia y una sensualidad excitante y misteriosa. Su voz cálida y su personalidad avasallante hicieron que rápidamente nos pusiésemos de acuerdo para iniciar las clases, combinando para encontrarnos los martes y viernes durante 4 semanas.
Luego de almorzar, a las tres de la tarde del martes acordado concurrí por primera vez. Las clases eran magníficas y se prolongaban por dos o tres horas sin respetar el horario acordado. A medida que pasaba el tiempo, noté una mutua atracción y comencé a sentir admiración por aquella tía madura que me preguntó por mis relaciones sentimentales, interesándose por mi vida. Confié en ella y le conté lo que me había sucedido con mi ex novio, lo que me había producido un rechazo por los hombres a partir de ese engaño, y le expresé que pasaría mucho tiempo hasta volver a creer y recuperarme. Con un guiño y pasándome la mano por el hombro, al ver mis lágrimas me consoló diciéndome que ella sabía muy bien lo q era eso y q me entendía y haría lo posible por y hacerme superar el momento. Me abrazó y deslizó un beso furtivo que rozó mis labios, y me despidió hasta la clase siguiente.

Quedé confundida y excitada. Me pregunté que me sucedía. Que sentía a partir de esos labios que habían acariciado mis mejillas. Una sensación de humedad se apoderaba de mi entrepierna, cuando al acostarme por las noches, pensaba en Daniela. Instintivamente me encontré acariciando mi sexo, y al entrecerrar mis ojos la imaginaba, producto de mi calentura y mi fantasía, desnuda y abrazada a mí.

A la clase siguiente concurrí ansiosa y expectante. Sería cierto lo que pensaba, o era todo producto de mi imaginación. Para más intriga me llamó el día previo y me invitó a tomar el té en su propia casa, y me recomendó que preparase la clase de los temas vistos en las materias q tenía dificultades que iba a ser teórico práctica, ya que correspondía a la lección siguiente.
Durante la sobremesa del té me contó de la decepción por su matrimonio pues su marido la había defraudado al separarse hacía ya muchos años y jamás rehízo su vida al lado de otro hombre. Se sinceró y me dijo resueltamente el impacto que yo le había causado cuando me conoció. Quedé anonadada y no supe que decir. Nos levantamos y me propuso, como habíamos quedado, iniciar con el tema del día.

Estaba hermosa con su traje sastre y su pelo tirante y recogido. Yo con mi uniforme de colegio, me entregué a sus caprichos. Luego de exponer sobre el aparato reproductor. Comenzó con la clase práctica. Me hizo girar y apoyar el torso sobre su escritorio. Levantó mi mini y sentí como sus manos acariciaban mis glúteos y abrían delicadamente los labios de mi vulva humedecida por los jugos que fluían de ella. Sus labios se apoderaron del clítoris y sus dientes lo mordisquearon con sensualidad. Yo abrí mis piernas para facilitarle las caricias y aún más, con mis manos separé mis glúteos, ofreciéndole mis orificios que lamió con profundo erotismo de la sensualidad femenina y mi necesidad de perra en celo. Me sente en el borde de la mesa previamente me había despojado de mi falda y jugó con sus dedos y un vibrador que extrajo del cajón de su escritorio.

Tuve varios orgasmos y mis jadeos y gemidos se sentían en toda la habitación. Mi pelvis se agitaba y yo le pedía que no se detuviera. Daniela repetía palabras obscenas que me excitaban aún más. Mis flujos salían en abundancia de mi coño enfebrecido de placer y ella los bebió hasta la última gota.

Después fue mi turno, repetí lo que había aprendido de esta puta profesora Escorts en Barcelona particular y le generé con mi lengua y mis besos un estado de éxtasis y lujuria. Gemía y resoplaba entre orgasmo y orgasmo. Finalmente nos besamos. Luego de enjabonarnos y ducharnos juntas nos vestimos, y al despedirnos nos prometimos no descuidar el estudio pero repetir cada vez que pudiésemos este maravilloso momento vivido.

Fue una experiencia extraordinaria que continuó por varios años y los resultados de los exámenes me dejaron satisfecha. Lo nuestro se prolongo por un tiempo largo y fue tomando confianza la necesaria para nuevas experiencias con hombres y diferentes chicas para disfrutar de todas las variantes de placer que nos ofrece el sexo grupal a lo que me opuse hasta que en unas vacaciones juntas y en un estado de libertinaje y alcohol sucedió lo inesperado con otras perras escorts, el cual será cuento para otro relato…